Cada boda es única, y cada uno de vosotros especial. Por eso, trabajo adaptándome a vuestra personalidad y a lo que queréis transmitir. Si necesitáis un tempo tranquilo y una distancia prudencial porque sois tímidos, me daré cuenta, y bailaré a vuestro ritmo, pero si os va la marcha, agarraos fuerte, ¡que el baile será salvaje!